De Madrid

A la vista se presenta con un color picota, ribetes y destellos entre rubís y violáceos, capa alta y lágrima densa y algo tintante.

En la nariz tiene una intensidad de media a alta, con fruta de predomino roja, con detalles balsámicos y especiados.

Al paso por boca, resulta potente, con cierto cuerpo, buena acidez, los taninos presentes pero sin ser astringentes, los detalles de la madera en su lugar, pero sin predominar ni molestar.

Fase final más bien larga.

Vino que me ha gustado, con buen nivel tanto en boca como en nariz, pero que aún le falta, en mi criterio, un tiempo para ensamblar mas la fruta con la madera.

Botella con una etiqueta en la que muestra uno signos o dibujos que le dan personalidad o al menos la diferencian.