Gran descubrimiento

Lo esperaba con gran deseo. Lo servimos ligeramente frio (16) para que se atemperara en la copa. Catamos el 2006. Lo primero que te seduce es la frescura de su nariz. Nada de volatiles ni sobremaduraciones. La fruta (mucha) era fresca, secundada por uina mineralidad muy marcada. El roble absolutamente fundido y sin gran peso en la nariz. La boca suave en el ataque (casi demasiado), pulido, redondo, fino y con una gran acidez. El alcohol no llega nunca ha entrar en el juego. La finura hace que su longitud te pille fuera de juego. En general, un vino delicioso (no nos costo ni el mas minimo esfuerzo terminar la botella),fresco y muy elegante, y con una acidez que le proprcionara una larga (y tengo la sensacion que muy buena) vida por delante. Un gran descibrimiento!!!

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