El Pariente que todos quieren

Primer acercamiento a la nueva añada de este blanco de Rueda. Además, este 2011 viene acompañado de un cambio de "look", como és la nueva etiqueta de la botella; etiqueta ésta última, a mi parecer, muy acertada.
Presenta la fase visual un color amarillo pajizo claro, con suaves reflejos verdosos.
En nariz es, en mi opinión, donde ya comienzan las diferencias respecto a las últimas añadas: desde luego, que sigue siendo muy varietal, con sus dejes herbáceos y demás notas de la Verdejo. Pero además, aparecen cierta cantidad y variedad de fruta que no descubría en anteriores añadas: atisbos de melocotón en almíbar y dejes de albaricoque verde y/o a medio madurar. Todo esto, se impone por encima de más apreciaciones en esta fase.
En boca, desde luego, que está muy joven. Entrada fresca; buen trago, con una acidez muy marcada a lo largo de todo el paladar, y que desembocará en un final con bastante persistencia.
Merece la pena el beberlo ahora, y creo que más aún, volver a catarlo con 6 u 8 meses más de vida, en la botella. Me parece que este 2011 va a ser una gran añada para este vino.
En mi opinión, seguirá siendo por tiempo, una de las referencias indispensables en la D.O. Rueda.

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