Procedente de una parcela de suelo arcillo-calizo, el vino muestra un color rojo picota oscuro, sanguineo, de capa alta, pero todavía con intenso color de juventud en el ribete, debido a sus irisaciones violaceas. Lo llevamos a la nariz y su 1ª impresión es un abundante abánico de frutillos negros del bosque con toques de leña de madera del bosque carbonizada.
Su boca es plenamente frutal, aunque con una fuerza y astringencia muy viva debido al potencial de sus taninos, pero correctamente maduro, estructurado y muy buena acidez, para madurar durante al menos 4 ó 5 años.
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