El vino Urbina Reserva Especial 2001 tiene un bonito color rojo picota de capa media y ribete granate ligeramente anaranjado.
En nariz es complejo pues abundan los aromas procedentes de la crianza -tabaco, especias, vainilla, avellanas- todos ellos en su justa medida, y los aromas frutales se encuentran entrelazados de una manera equilibrada.
En boca, la entrada es buena y suave. Mantiene muy bien la acidez, es goloso, profundo y sorprendentemente fresco. Postgusto largo. 16 años de vida que dan para mucho. Buen trabajo.

De color rojo rubí, capa de intensidad media y reflejos color teja.
En nariz se detectan aromas frutales, tanto de fruta roja madura como negra. La fruta se entremezcla con agradables aromas especiados -clavo, pimienta- y un toque de regaliz.
En boca la entrada es ligera, suave y con cierto grado de dulzor. Mantiene muy bien la acidez pese a la edad que tiene el vino. El tanino es suave y elegante. Postgusto largo.

De color cereza granate con matices color teja.

Nariz con cierta intensidad, con notas de bouquet y fruta roja madura con algún toque, muy al fondo, de pasa y arrope. Destacan los especiados, la canela, el clavo, el tabaco, el regaliz y algo de cáscara de naranja

En boca entra con suavidad, frescura, buena evolución en boca, final largo. Equilibrado. Vino fino de rioja con 16 años de vida.

Es de un color rojo picota y destellos a teja, con el ribete anaranjado.
Es de un aroma rico y profundo proveniente de una fruta bien madura, en sazón, mora, arándano y cereza, en el punto de mermelada y algo, leve, en licor. toque muy fino y elegante del tostado al igual que el especiado, resalta la pimienta. Tímido aire animal a cueros, regaliz, hoja de tabaco, ceras, toque vegetal, helecho, pimiento asado, café. Final balsámico y profundo. Al tiempo en la recata el vino se refresca y rejuvenece.

En boca se muestra la evolución marcada en inicio en la nariz, pero en conjunto es fresco, algo jugoso y con una acidez propia de su edad. Sale el alma riojana y de la buena Tempranillo, es goloso, redondo, se te pega al paladar, tiene nervio y profundidad al igual que longitud. Es un vino que se se disfruta y se desea, muy fino y elegante, dejando que la fruta se exprese y acentúe su carácter.

Color picota tendiendo a tejas con ribete anaranjado.
La nariz es de buena intensidad tras aireación, tiene ese buqué clásico Riojano que me gusta, con cueros, fruta en sazón, resinas, notas golosas y especias de diversa procedencia en un conjunto atractivo y complejo.
En boca se mantiene vivo, con buena acidez, seco, notas golosas y un recorrido elegante donde la crianza ha evolucionado a ese aire riojano elegante y estructurado. Final largo tras el que asoman especiados y buenas maderas viejas.
Un lujo a gran precio.

A la vista se muestra con un color rojo rubí con ribete teja, de capa medio/baja. En nariz es complejo, donde predominan los aromas nobles de la crianza, tanto en barrica como en botella, de notas especiadas -canela, vainilla, regaliz, clavo-, ligeros tostados, caja de puros, tabaco, caramelo solano, aderezados con notas de frutas negras maduras y un punto balsámico. En boca es bastante vertical, con un punto punzante que marca su extraordinaria acidez, sabroso, con los taninos muy redondos y un final largo que recuerda las notas de frutas rojas ácidas y las notas especiadas. Un vino muy fino donde sus 14º parecen muchos menos porque se bebe extramadamente fácil. Me ha gustado mucho.

Después de tantos años, Urbina me vuelve a enamorar con otro de sus vinos. Es difícil que, con un PVP aproximado de este vino de unos 15 euros, encuentre algo mucho mejor en este perfil de vino fino y clásico de Rioja.

A la vista se presenta con un color cereza, capa de tipo medio, los ribetes y destellos ya bastantes tejas, sin llegar a ser incoloros, lagrima lenta pero no muy ancha.

En la nariz se presenta con una intensidad media a alta, sorprendente para su edad, fruta en buena cantidad de tipo roja madura y detalles muy finos de la madera.

Al paso por boca, elegante, paso suave, con una buena integración de la fruta, madera y alcohol, faltándole quizás para los que nos gusta el detalle algo de cuerpo.
Vino, con un buen nivel, que agradara sobre manera a los de vinos de este tipo y el que le faltara algo de carácter y cuerpo para otros.

Botella con etiqueta clásica con letra negra y fondo en crema pálido, sin contraetiqueta.

Gracias un nuestro compañero Jacomur por facilitármela, pues no concia tal vino.

Vestido cereza intenso con capa media-baja y ribete atejado. Limpio, con lágrima fina y abundante. Consistencia oleosa.
Buena nariz, de perfil terciario con buen peso de frutas rojas maceradas (cerezas y ciruelas), tonos de confitura de tomate y orejones, pinceladas especiadas armónicas y bien definidas de canela, vainilla y puntas de clavo. Algo de cuero y tabaco rubio. Fondo de caramelos de toffe y balsámicos frescos y elegantes.
Ataque de buena intensidad frutal, evocando cerezas confitadas, ciruelas negras secas y flores rojas que le dan frescor. De nuevo confitura de tomate, azucar de caña, canela, cacao y algarroba. De tacto denso y aterciopelado, con acidez fresca y redonda, goloso rozando la dulcedumbre frutal pero sin pesar, taninos muy sabrosos y estructura media, con ese toque de confitura de tomate presente en todo el recorrido. Final complejo, profundo y muy sabroso, de postgusto frutoso con terciarios nobles y limpios. Longitud media-larga.