Este vino ha sido elaborado para la Colección Vila Viniteca 75 Aniversario.
Vista: Rojo picotaq de ribete granate, de media capa, limpio, brillante, lágrima intensa con bastante arrastre de color.
Nariz: De alta intensidad, limpio, de gran calidad aromática. Desde el primer aroma todo en él es equilibrio, intensidad, redondez (si es que este término puede aplicarse al aroma), golosidad, ... pura seducción. La fruta madura está perfumada de recuerdos de cacao, vainilla, pastelería, toques terrosos, tostados, ... Su evolución es copa se traduce en un incremento de las notas especiads, dulces, maderas aromáticas, recuerdos de bombón de higo seco bañado en chocolate.
Boca: No defrauda a las estupendas sensaciones de la nariz. Tiene una buena entrada, es amplio, sabroso, de gran expresividad, buena estructura y cuerpo, ligeramente licoroso, muy afrutado, con los taninos maduros, amable amargor, estupenda acidez y un final de boca muy largo, con recuerdos balsámicos y un toque de aceituna negra.
En resumen, es uno de esos vinos que resultan inolvidables, con todo el espíritu de su creador, el genial Mariano García, que es pura elegancia y armonía en nariz y de una grandeza de matices en boca que lo hace hace puro disfrute. Un vino que emociona.
En cierta medida me recordó mucho al Terreus, uno de los vinos más importantes de España.
En cuanto a su precio, sólo incicar que este vino se vende junto con la colección completa de los 26 exclusivos vinos elaborados para Vila Viniteca en la conmemoración de su 75 aniversario, siendo el precio de dicha colección de 3.500 euros.