Objetivo conseguido

Tras la añada 2006 (que no me emocionó), parentesis en el 2007 y por fin la 2008, que cumple con el fin buscado, que es la elaboración de un excelente vino, con una variedad compleja de interpretar.
Presenta un color cereza picota intenso, casi negro. De densa lágrima y glicerico. En nariz, destaca la fruta negra, purumoro, eucalipto, café, torrefacto, trufa, tierra mojada, sotobosque, y leves aromas tostados de su buen roble. En boca, es intenso, potente, de buen tacto, tanino ligeramente dulce y seco a la vez, recuerda sus buenas notas de nariz, de buena acidez y de recorrido medio-largo. En definitiva, Heretat consigue con este Graciano 2008, disipar dudas sobre la calidad y apuesta en este proyecto tan complejo y que por fin, roza la perfección. Corcho 7.5. Presentación en botella sobria pero elegante.

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