El tercer saint-emilion de Sophie Fourcade, que ademas maneja Clos Saint Martin y Chateau Grandes Murailles. Este es mas facil de beber, de caracter mas accesible y frutal, aunque en esta botella ese fruta primaria no despierta mucho interes a lado de los otros pesos welter y pesados. De cualquier modo, en el paladar medio adquiere ese carácter cremoso, aterciopelado del buen merlot de estos terrenos, si bien el final deja un tanino algo secante. Por el precio, no esta del todo mal.