Garnacha de Parés Baltá

Pues con el tema de una próxima reunión veremera, en la que además la historia será monotemática y dedicada a la Garnacha, me dejé llevar el fin de semana pasado y compré este vino con el fin de catar otro monovarietal de esta variedad.
Y el resultado fue éste:
Abierto media hora antes de su consumo. Jarreado y devuelto a la botella.
Presenta en visual un rojo picota de capa media con un suave ribete en la copa.
Se observa, además, una lágrima fina y transparente, pero densa y muy marcada.
A copa parada, en nariz, aparecen apreciables signos de fruta roja madura. Con más tiempo, algunas puntas licorosas y hierbas de monte. Especias, como la nuez moscada y clavo.
No resulta potente ni mucho menos espléndida, pero intenta aparentar complejidad. La madera, además de por su corta crianza en barrica, personalmente no la percibo; o bien se diluye en el conjunto final.
Lo que sí es curioso es que, copa tras copa, por momentos hay en nariz pululando unas sensaciones animales que me costaban dilucidar, pero desde luego que están: cueros quizás, olor a caballo, establo? Tenue, pero presentes.
En boca, la cosa creo que decae más. Clara falta de botella. Acidez muy marcada (este vino está para beberlo, pero de aquí unos añitos y comprobar si es capaz de ofrecer mejores sensaciones). Leve astringencia en el paladar. Gusto a ciertas notas vegetales, algarrobas, y algo más de fruta; no obstante el vino se me antoja con poca estructura y duro en el conjunto. Le falta definición y aunque tiene pinta de crecer, no sé cuánto podrá ofrecer en un buen tiempo, pues ahora es un recién nacido.
Nunca se sabe.