Color cereza picota, ribete granatoso, capa media tirando a alta, fina lágrima bien tintada. En nariz es de notable intensidad y muy elegante, equilibrio entre la fruta madura, las notas tostas y los finos especiados; agradables toques especiados con predominio de los mentolados y un fondo anisado y mineral. Agradable y sabrosa entrada en boca, suave astringencia que da inicio a un recorrido que a medida que pasa por boca va aumentando su intensidad, taninos maduros, tostados bien integrados con la fruta madura, buena acidez, sabroso, buen equilibrio de toques amargosos y frescas notas balsámicas, mineralidad que se percibe notablemente en su larga persistencia. Final largo, postgusto de fruta negra madura y retronasal ahumado y mineral.

Precio: €36

Ya va la segunda añada de este vino, y menos mal que lo pude catar al final de la Fira del Ví 2011 del Priorat. Casi de rebote, porque fue quizás uno de los últimos.
De ahí que quizás mis observaciones y/o afirmaciones no sean demasiado extensas, habida cuenta de tanto vino bueno merodeando por allí y por extensión en nuestras copas.
Eso sí: lo cortés no quita lo valiente, y a pesar de tanto vino en el cuerpo, creo que los foreros allí reunidos en el momento, estuvinos deacuerdo en la prestancia de este Osmin.

Viste un color rojo picota de buen brillo, con una suave lágrima en la copa. Capa media-alta.
En nariz destacan las sensaciones de madera barnizada, fruta negra en sazón con aparentes notas licorosas.
En boca, se deja querer. Mucho. Gran trago, que llena la boca. Acidez marcada y un recorrido largo en el paladar que nos dejará al final recuerdos muy ricos de fruta madura.
El equilibrio nariz-boca es destacable.
Muy bien. Quizás no lo puntúe todo lo bien que debiera. Aunque quizás fuera debido a esa cantidad de vinos en el cuerpo, que hacían de nuestra ruta prioratina un final inacabable.
En la Fira se ofrecía por unos 30€, con lo que debo de pensar que era una buena oferta la que se nos ofreció.