Gran vino, necesita aire.
Elegí llevarme a casa esta añada tras catar 97, 98, 99 y 2000 junto a Michel Favard, el autor de este gran vino de Saint Emilion. Recomiendo a todo el mundo conocerle, nos trataron genial en su hotel rural.
Un par de meses más tarde, tranquilamente en casa...
Granate, capa media. Al abrirlo (no decantado) nos encontramos con un vino de gran potencia aromática, con toques especiados, licorosos, cacao. Todo muy concentrado. El vino tiene mucha fuerza. En boca más de lo mismo y una acidez muy firme.
Pero... a las 48 horas ha cambiado mucho. El aroma se ha suavizado y ha ganado en complejidad, aparecen otras muchas notas, ahumados, ligeros aromas cárnicos, tierra... Se ha convertido en una delicia, aterciopelado en el paso, taninos espectacularmente pulidos! La acidez en el paso por boca es suave pero esta ahí y vuelve para saludarnos al final. Postgusto enorme, sencillamente genial.
Necesita aireación, beberse la botella entera nada más abrirlo es un pecado.
Gracias Andrés por recomendarlo y gracias Michel por crear esta maravilla. Uno de los mejores Burdeos que he probado hasta ahora.
Impaciente para la vertical en La Cigaleña este próximo sábado!