Habrá que buscarle otro color al perro.

No tiene nada de raro pese al nombre, y sin embargo, si de perfecto. De los Rueda que más he disfrutado ultimamente.
El color es amarillo verdoso, de un brillo excelente, y ¡menuda lágrima!
Un blanco con mucha armonía, con sutileza, como la de esas pastillas de jabón perfumadas que tanto se ven ahora y que cobran a precio de oro, lima, talco... frutosidad dulce como la del plátano maduro y la manzana, con flores como las gerberas.
En el trago es fresco y maduro en cuanto a fruta, graso, equilibrado... no sobresale nada, mejor dicho, no despunta nada, ni siquiera su amargor, que como no podría ser de otra manera, es fino.
Muy placentero. La botella para dos es corta. Aunque vayas con la guadaña sacada por ser un vino de moda, te conquistará sin más paliativos.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar