Buen vino de guarda de Madrid

Vino de mesa de la Comunidad de Madrid, en el que sin embargo, aparece la añada, presentado en una botella muy pesada y con un corcho largo y de gran calidad. Se elabora en el pueblo de Villamanta, y sus propietarios lo son también del restaurante "La Posada de la Villa".
Color rojo picota muy oscuro, con ribete rosáceo. Capa alta. No muy limpio, pues flota cierto poso, ni con gran brillo. La lágrima es poco densa y desordenada.
Aromas muy golosos a moras, cerezas y frambuesas. Después aparecen frutos secos, canela, pimiento y regaliz.
En boca posee una buena estructura y acidez. Sobresalen sabores a frutas negras maduras, regaliz, toffee, chocolate amargo, pimienta, ahumados y un marcado acento mineral y salino.
Elegante final, que nos deja un largo recuerdo terroso y a cerezas al licor.
Considero que es un vino para guardar por lo menos tres o cuatro años más, pues aunque en conjunto está muy bien perfilado, y la identidad de la cabernet se muestra de una forma muy positiva, la acidez es enorme, y los taninos están algo ásperos.