Hoy hemos abierto la ultima que tenia del 2006, a no ser que mi descontrol de la bodega me depare la alegria de encontrarme con alguna más cuando rebusque por los fondos.
Madre del amor hermoso como está esta maravilla, que pedazo de vino, que bien le han sentado estos meses en botella, que nariz, que delicada corpulencia. Ha durado la botella en la mesa un suspiro