Muerto, ojito
Escribo esta crítica a modo de alerta, ya que he abierto dos botellas de este vino, conservado en mi bodega durante 2-3 años en perfectas condiciones.
La primera imbebible, directamente al fregadero
La segunda y tras decantarla algo mejor, pero muy justa de acidez, y sin esa sedosidad y paso fino que caracterizan a los vinos de Alonso del Yerro.
Nada que ver con las otras botellas disfrutadas de esta añada y donde hace pocos meses lo encontré muy rico y con las notas licorosas perfectamente integradas
Todavía me quedan dos botellas guardadas en mi segunda residencia, por lo que estas navidades se deberán de abrir con urgencia.
No quiero decir que todas las botellas estén igual, solo que yo me he encontrado en esta situación. Es un vino con buena RCP, pero a nadie le gusta tirar 20€ por el fregadero y quedar mal al descorcharla con los amigos