Picota brillante con borde granate.
En nariz frutas rojas maduras, trufa, tostados, cacaos y notas minerales.
En boca equilibrado, buena acidez, notas tostadas, cacaos , taninos maduros muy bien integrados. se bebe fácil.
Se acabó rápida la botella porque gustó mucho en la mesa.
Una sorpresa de un vino con muy buena relación calidad precio, que me lo recomendaron en una vinoteca de Haro, como un vino creativo y artesano. Realmente es un vino que ya en la etiqueta es agradable, realizada por un artista bilbaino y un poema (haiku) que fue el resultado de un concurso convocado por la bodega. Tiene un color rojo picota con toques granates. En nariz tiene aromas dulces, a fruta en compota y se le nota la larga crianza por sus aromas a tostados. En boca es muy elegante, sedoso, muy equilibrado y muy buena acidez. Los taninos muy pulidos y muy largo. !Un gozo!. Excelente vino de Rioja.
2ª botella del vino de autor de esta bodega
Sin mucha novedad sobre la primera cata, notas de cacao y chocolate en nariz, hojas secas y fruta madura.
En boca suave a pesar de la buena estructura, muy redondo, con buena acidez, taninos pulidos, persistente.
Un muy buen vino al que seguiré la pista en próximas añadas y del que guardaré la botella que me queda una buena temporada para ver evolución.
Visual_ Rojo picota de capa media-alta y ribete granate. Limpio y brillante. Lagrima no muy abundante, pero de caída lenta y ligeramente tintada.
Nariz_ Perfecta integración de los aromas de fruta roja ligeramente compotada, com los terciarios de su larga crianza. Caja de puros, cedro, ligeros tostados de la madera. Un fondo de hierbas aromáticas y monte bajo acompaña al conjunto.
Boca_ Elegancia es la palabra. Entrada con buen volumen, que llena la boca. En el paso de boca se muestra elegante, con los taninos muy pulidos e integrados y con una buena acidez. Equilibrio y elegancia pero sin perder garra. Largo.
Me lo habían recomendado hace un mes y todavía no lo había probado. Ayer mismo encontré en una enoteca el mismo vino más barato que la primera botella que había comprado y no me pude resistir. lo he probado hoy mismo y me ha encantado.
Es un vino de autor que sorprende. No hubiera dicho nunca que tenía 36 meses de crianza en barrica porque es un vino que sobre todo sabe a vino. Y ojo que no es fácil decirlo. La madera muy bien integrada entre frutos negros, ciruelas sobre todo. Con notas de cacao, de trufa, muy sedoso, redondo, da sensación de muy suave al paso pero en ningún momento es un vino "flojo". Tiene un equilibrio casi perfecto. Para beber y beber y seguir bebiendo.
Una sorpresa, sobre todo al precio al que compré la segunda botella. No llegaba a los 20 €.