Como un potro falto de doma

Fresco, demasiado joven, excesivamente vivo, como una noche de fuegos artificiales que no sabes por donde van a salir, aristas pendientes de pulir, falto de doma pero con buena estructura, correctos frutillos rojos que se mezclan con notas de crianza en un ir y venir, suaves tostados. Un mas que correcto vino para ir comprobando su evolución y en óptimas condiciones de consumo para aquellos que les guste sentir el caracter y fuerza de la naturaleza.
Postgusto de medio recorrido y persistencia frutal.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar