Otra maravilla del marco de Jerez.

Visual: Denso. Brillante y limpio. Caoba con un tono anaranjado muy notable.

Olfativa: Intensidad aromática media. Primera impresión a barnices y madera, pasando a caramelo de café con leche y un leve toque salino. Al mover la copa aparecen los toques yodados y a bajamar volviendo sutilmente a los barnices y a la madera con menos contundencia.

Gustativa: Un paso un tanto ligero. La acidez es prodigiosa. Boca amarga y algo picante, con una salinidad permanente y nada molesta. Aparecen las notas de café.

Post gusto eterno. Retro nasal picante y amargo.

Alucinante. Poco más de veinte euros y un vino maravilloso.

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