Ambarino con ribetes cuasi caoba, brillante, muy brillante. Gota golosa, densa.
En nariz matices florales de moscatel, sotobosque seco en verano, fruta muy madura, melocotón, orejón de melocotón, y frutos secos, nueces fundamentalmente. En boca pese a los 17.5 grados, fresca con una acertada acidez que lo hace amable y sin aristas. La madera añade una complejidad diferente al concepto de moscatel al que estamos acostumbrados.
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