Continúa por su camino triunfal…

Un par de años largos después volvemos a catar este vino que continua por su camino triunfal. Cada vez se hace más limpio y definido, en este momento su pureza frutal es impresionante, es complejo, especiado, mineral y profundamente terroso, los aromas de un gran Barolo son inigualables entre los grandes vinos tintos.

Y en boca va poco a poco puliéndose cada vez más pero se trata de un vino con una estructura como para continuar envejeciendo muchos más años, gran acidez y persistencia, final de fruta en licor y tonos minerales, con un tanino tan noble como feroz. Persistente.

Para muchos grandes “Barolistas” estamos ante uno de los mejores vinos de la gran añada 2001 en Las Langas, lo cual es mucho decir pero es algo se que confirma en la copa. Este vino no hace más que ir mejorando y su grandeza es indiscutible, la única pena es que ya no me quedan más botellas. Enorme.