Un vino interesante de Turquía de la zona de Anatolia, que es donde los griegos pasaron uvas en su día. Lo probé en el restaurante Hasir de Berlín, y nos dijeron que era un vino apreciado en Turquía. Realmente es un vino muy interesante, muy frutal y divertido en boca, que nos acompañó una gran cena en un sitio maravilloso. Color rojo picota no muy oscuro, con ciertos toques de bordes morados. En náriz tiene aromas a madera, pero bien integrada, algo a vainilla y a hierbas del bosque. En Boca, entra muy bien, muy fresco, muy frutal. Es sobrio, pero es sedoso al paladar. Tiene un final largo y redondo. Salía a 6 euros la copa, que para Berlín no es muy caro.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.