No se puede ir más allá...

Es este un vino de los que te hacen sentir un átomo insignificante dentro del universo, y demuestran lo pequeños que somos los humanos frente a las fuerzas de la naturaleza.
El color es fresa oscuro, y da aromas de madera vieja y húmeda con rosas y violetas marchitas, cuero y tabaco; la boca es noble, elegante y señorial.
Vino de enorme valor sentimental , no es sólo lo que es sino lo que representa, que es mucho …, no se puede ir más allá.

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