Reserva 1987

Rondaba por casa desde sabe Dios cuando, me lo regaló mi padre y decidimos ver si quedaba algo de vino dentro. Después de un par de horitas de decantación, pudimos tomarlo. En nariz no pintaba nada bien la cosa, demasiado alcohol, pero en boca aún había algo de caldo. Un rojo teja amarronado, lágrima fina. Muy mineral y evolucionado, el típico buen Rioja de toda la vida. Las últimas copas las mejores, cuanto más oxigenado mejor. Buscaré alguna añada actual para ver como son hoy en día los vinos de esta bodega.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar