En nariz es tan soberbio, que da pena comenzar a beber: yerba, menta y muy en el fondo un punto de oxidación, -aunque cuesta percibirlo-, esto es Jura, si.
Hay tanta concentración, tanto equilibrio que uno inmediatamente se reposa y dice, aquí hay que ir con otra cadencia, pero es que además el sorbo te lleva a ello, no puede haber prisas con esta joya...'the never ending wine'.
Combina acidez, amargor y azucar de manera ejemplar y naranja, jengibre, membrillo, nuez.
¡Gracias, y larga vida para Marina y los suyos! otro homenaje, que se queda repartiendo perfume desde el bigote.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.