Discreto vino.

Vino encerrado en una botella tipo Rhin, con etiqueta moderna. A la vista amarillo dorado, buena lágrima y persistente. En nariz muchos lichis, solo lichis ¡Hay las levaduras!, después de mucha aireación algún cítrico. En boca es dulce con ligeros toques ácidos, es sedoso y glicérico, pero me fastidió los percebes, mejor con un foie-gras de pato u oca. Su permanencia en boca1,30 minutos. A las 12 horas de su apertura el dichoso lichi había desaparecido y quedaba una nariz muy baja con notas de fruta de hueso.

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