No es que a mí me guste el estilo de La Spinetta. Es que Giorgio Rivetti hace vinos cargados de personalidad en terruños que nadie toma demasiado en serio. Su barolo 'Campe' es una viña de la modesta comuna de Grinzane Cavour, sus barbarescos 'Valeirano' y 'Starderi' no figuran en ningún listado de crus históricos. Y ahora este sangiovese, de viñas de apenas siete años, plantadas... en medio de la nada en Toscana. Quizá por esto, Rivetti me recuerda a algunos de los garagistas de Saint-Emilion, o a Telmo Rodríguez.

Este sangiovese es rico en registros a nectarinas, ciruelas, polvo de cocoa, tierra mojada, pimienta, tabaco rubio. En boca es de ataque con nervio, decidido, recorrido más bien austero pero con suficiente fruta y ensamble para conferirle interés, con un tanino agradable. Quizá el final pierde un poco de empuje. Es, francamente, de los vinos más interesantes en su rango de precio que me probado en los últimos meses. 22 CHF en Zurich, unos 14.5 euros.