Buen bobal, incluso un poco recio, a lo clásico.

Etiqueta pobre que no hace justicia al vino, hay que vestir mejor, en estos tiempos que corren no basta con ser guapo y este lo es, quizá haya que depilarle un poco las cejas, es decir, pulirlo un poco.
Color cereza intenso de borde cardenalíceo, lágrima transparente y glicérica.
Aroma corto pero bien definido, confitura de frutos negros como la ciruela, tostados, notas de anís y de regaliz.
Boca carnosa, de buena concentración frutal, taninos maduros y amargosos, resulta un tanto recio pero deja un postgusto muy sabroso y largo.

Al igual que el syrah lo veo más para platos de cuchara, guisos potentes sobre todo. Me gustan estos vinos reciotes ahora en invierno. Me da que por su contraetiqueta en inglés y su moderado precio es un vino de exportación. Al parecer aquí en España alcanza los 12 € aprox. y a mi me ha costado en Lidl 4 €, de ahí que no ponga el precio. Empiezo a comprender la política de algunas bodegas.