Vino 11 del 7º desafío.

Aquí enseguida empecé a descartar, sobre todo aquellas uvas blancas de marcada personalidad y de aromas más acusados, ya que lo encontré plano como una tabla de plancha. Rapidamente volví a pensar en Levante pero en alguna uva rara, tipo verdil o semillón como al final puse, quizá la botella y el corcho fueran claves en la decisión, no valgo para detective eso está claro.
Su color decía bien poco, aunque este dato en un blanco joven no suele ser muy determinante, aunque luego no resultara ser tan joven todo sea dicho de paso, amarillo verdoso brillante.
Aroma corto, fresco, hierbas verdes y fruta verde, peras limoneras, también piña.
Ligerísimo en boca, eso si, agradable y fresco que es lo que toca, con buena acidez y cítricos en el postgusto.

Más que correcto, corriente vino blanco, solo para entrantes ligeros y langostino cocido. Para mi el peor de todo el desafío.