Los más grandes Pinots no sólo vienen de Borgoña

Degollado en diciembre de 2008, mezcla de las añadas 2002 y 2003. Uvas de los Grand Cru de Aÿ y Ambonnay.

Oro viejo, limpio y brillante, burbuja media y abundante.

Nariz de media intensidad, que nos muestra inicialmente esos toques oxidativos marca de la casa. Inicialmente ofrece notas de flores secas y de frutos del bosque. Con el aire va mostrando una enorme profundidad especiada combinada con los toques herbáceos, los anisados, los frutos secos y un fondo ahumado y mineral. Nariz que ofrece frescura y madurez con mucha profundidad y que engaña algo con respecto a lo que ofrece en boca.

En boca es un vino sin concesiones, salvaje y firmemente estructurado. Tiene una poderosa acidez que define un portentoso esqueleto, un paso firme y a la vez amable y un final sorprendente, largo y a la vez amplio, que nos deja sensaciones de frutas rojas, toques minerales y cítricos además de un ligero fondo ahumado. Persistente. Carbónico perfectamente integrado.

Imagínense la mezcla entre un gran blanco borgoñón, un tinto puntero de la misma zona, con el justo toque de carbónico y con una personalidad arrolladora: eso es Contraste. Uno de los mejores champagnes probados hasta el momento, uno de esos vinos que no hay que dejar escapar. Unos 100 euros, es caro, pero una vez al año…