No hay Cuatro sin Tres.

Mejora estética respecto al Tres. Ante un vino más serio hace bien la bodega en destacarlo de esta manera. Etiqueta reducida, minimalista.
Cereza intenso de borde granate algo apagado, lágrima densa.
Aroma potente, torrefactado, tostados (cacao), fruta negra confitada (grosella, arándanos), especias dulces como el clavo, alcohol perfumado en buenas dosis.
Entrada en boca calórica, de buen ataque, taninos maduros y muy sabrosos, y además, con buen envoltorio del alcohol, rico.
Me gusta su franqueza, pero no obstante, hay que controlar esos grados que acaban pasando factura. 15º en el caso de mi botella.

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