Edetària 2005

No sé si llamarlo rácano o tímido, paciente o desconfiado, de habla pausada o de voz barullenta y ajetreada….
Tal vez como burla del tópico catalán racanea, a su forma, que es a la hora de expresarse, espera inteligentemente a que te ganes su confianza o se enmudece tímidamente escondido detrás de un árbol de desconcertantes hidrocarburos; paciente aguarda la oxigenación para mostrarse pleno, frutal, salino, de notas yodadas que preceden a los frutos secos (maravillosas almendras y nueces) mientras que, desconfiando del catador que no le quiera entender, entre fuñe la mirada con amarillos que rozan el dorado y recuerdos ajerezados de evolución, que nada coinciden con las manzanas rojas sin asar que lo visten, que lo envuelven de golosas reminiscencias de melocotones en almíbar; tranquilo y sosegado te habla de una época de su vida: cuando descansaba en barricas ahumadas, mas no tostadas, cuando aguardaba somnoliento en el interior de las botellas el momento de nacer, la oportunidad que otros no quieren dar, el instante de mostrarse exaltado y orgulloso cuando comparte las virtudes adquiridas, cuando grita jolgórico “Conmigo tuvieron la paciencia de criarme hasta mi vigorosa madurez”.
No sé si llamarlo cerrado o evolutivo, centro de conversación o inquietante ausente momentáneo, dependiente de atención o entretenido charrador……