Rojo picota, ribetes púrpura, capa alta.
Nariz de gran intensidad en la que destaca sobremanera un toque especiado de pimienta negra. Advertimos igualmente la presencia floral de violetas, toques animales de carne cruda, tapenade provenzal, frutas rojas y negras más bien licorosas, recuerdos balsámicos y de monte bajo y un mínimo atisbo de tabaco de pipa. Necesita bien de aire para abrirse.
El boca es un vino potente y estructurado, mediterráneo pero con la elegancia norteña, con una acidez muy bien integrada, un paso poderoso y bien delineado y un final largo que deja recuerdos especiados y balsámicos, con un tanino presente pero muy bien constituido. En una palabra: puro Ródano sur.
Un vino con el sello de calidad y autenticidad de Rayas, pero con su propia personalidad que le confiere su especial coupage. Predomina la garnacha, pero con las notas siempre características de la Syrah. Pero ante todo se trata de un gran vino, pleno de fuerza mediterránea y elegancia norteña. Unos 35 euros, nada caro en su nivel.