Lagrimones

Para llorar. Piel de gallina y sentimientos encontrados. De nuevo sorprende cómo esta bodega ha podido hacer bellísimos vinos y ahora hace cualquier otra cosa que no se parece en nada a lo anterior. Sale con un aroma cárnico inicial, pasa por ese café con leche untado con chocolate y fruta muy madura, suelo, humedad. En boca está aún con fuerza, elegante, sin desmenuzarse. Muy bueno.

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