Hacen buena pareja estos dos, chardonnay y savignin, no se quién manda pero combinan bien. La Savignin lleva el vino hacia aromas y sabores extremadamente secos con recuerdo ajerezado, vinos jaunes y chateaux chalon propios de la zona. La Chardonnay pone elegancia en la fuerza del otro. Los suman acidez y propician una sequedad fuera de lo común. Ha ido a más y le queda mucho trecho. Un buen duo si señor.

Rico de principio a fin, con sus frutos secos, cítricos, hierbas, toque oxidado. Boca amplia, plena, equilibrio entre amargor, acidez, alcohol delicioso. Una gozada para estas noches que llegan...no sé con qué va mejor, porque estaba bueno con todo.

Amarillo muy vivo.
El aroma un poco cerrado o al menos le cuesta desplegarse, cítricos, lima, cebada, humo, clavo, plátano, muy mineral en conjunto, y de alta complejidad.
Boca de cuerpo muy potente, acides elevadísima, muy seco, casi cortante, alta expresividad y muy largo. Ideal para marisco.
Vino difícil como todos los del Jura, hay que ir entrándole poco a poco y sin prisas, pero ay¡¡ cuando entra ya te engancha.
Se nota la mano maestra de Jean Macle, aunque creo que ha cedido las riendas a su hijo Laurent.

Se nota la flor, pero no se impone; también casacara de naranja, abeto, citrícos, cada rato estaba mejor, daba pena terminarlo, no paraba de cambiar...

seco, acido, algo salino y al final notas amargas ricas, ricas...este vino se queda mucho

extraordinario, acompaña todo lo que se le ponga delante sin problemas...