La muy subvaluada cote chalonnaise puede dar dar tintos interesantes, fieles al terruño y con suficiente tanino para una década de guarda. La fruta de este vino viene de hecho del premier cru de Grand Clos Fortoul, pero la bodega lo ha desclasificado y lo etiqueta como 'clos fortoul', i.e. comunal de Mercurey. Encima de eso, resulta que Remoissenet tiene más prestigio entre coleccionistas que el que yo jamás creí.
Muy fragrante pero compactado, hay que trabajarlo para percibir su mineralidad, su fruta tirando hacia los rojos con un toquecito de especias, un acento a piel de cítricos y tabaco rubio. Paso en boca de buen agarre y volumen con tanino algo duro todavía. En el paladar medio la fruta deja paso al terruño, y éste deja en el final un refinado gusto a tierra. A 25 CHF en Zurich (unos 17 euros), es un super-mega-ultra chollo que mi dos lectores no pueden dejar pasar.