De haber leído mi comentario anterior sobre este vino, es muy posible que no hubiese abierto la botella de hoy, ya que se trata de un Mathusalem (6litros), y una vez degustado para cenar esta noche con unas excelentes chuletas y embutido a la brasa, aún habiendo disfrutado con el mismo, me confirma su estado que podía haber aguantado perfectamente durante varios años más.
Nariz de buena intensidad, con buena fruta roja principalmente madura y apunte de licor, elegantes y finas maderas aunque sin mucha presencia, toffe, agradable sensación de minerales negros, notas florales, suaves tostados y vainilla.
La entrada en boca resulta franca, agradable y fresca, con taninos pulidos, buena acidez, de paso goloso, muy sabroso ya que parece un caramelito, elegante, aterciopelado, con buen recorrido y magnífica persistencia frutal.
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