Vino dulce apto para aperitivo pero muy caro

Experiencia del malogrado Didier Dagueneau en los dulces de Jurançon. Color medio oscuro amarillo de oro. En náriz agradable con piñas, aromas citricos y mantequilla. En boca tiene una viscosidad asombrosa apoyada por una acidez brillante. Es un vino para guardar muchos años. Tiene unos sabores a melocotón elegante y jugoso, manzana, es muy limpio con apuntes minerales. Tiene un dulzor ligero, gran cuerpo con un cierto toque de rusticidad. Es un vino de aperitivo sabroso pero con una tarifa un poco descabellada.

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