Sorpresa, sorpresa

El dia que se casó mi socio, grandes sorpresas hubieron.... entre los vinos, que lo demás fue todo segun el clásico guión.

Mientras que los demas bebiamos un Rieussec del 98, aun algo verde para mi gusto, para la mesa de los novios el sauternes fue una querida botella del año del novio.

Este vino presentaba(como de costumbre) un aspecto increiblemente joven, amarillo dorado intenso pero sin caer en los ambarinos, cualquiera le daria 10 años de botella como mucho. la sorpresa primera la nariz, frescor frutal, frutas secas algun suave floral muchos discretos caramelizados y algun toque de miel que poco a poco se fue fundiendo en delicados ajerezados de gran clase, cualquiera diría que el vino estuvo en maderas finas y limpias aunque evidentemente no nuevas. pero no, este vino tarda más de 20 años en aparecer en botella, y lo hace sin tocar barrica, en los años treinta la depresion economica les impidio comprar barricas y asi se han quedado hasta ahora cuatro generaciones despues¡¡
la nariz no tuvo grandes evoluciones y sobretodo ningun rastro de oxidación, maravillas de la botrytis y del azucar(materia reductora donde las haya.
en boca una delicia de sensaciones frutales y maduras, golosina sin cuento, equilibrios golosos, acidez entre citrica y tartarica, una gozada de sabores complejos y finos que desembocan en un chispeante final. ¡Se bebieron la botella y solo eran seis en la mesa!(bueno a mi me mandaron una copita).
era un gran vino con vocacion de otros veinte años en botella, en su dia cate un 47 y un 53 y aun los recuerdo jovenes. Solo un pero, de 100 euros para arriba en cualquier añada