Sin movimiente, salen sobre todo aromas de bayas de saúco y de arándanos.

De color muy intenso y oscuro, casi impenetrable por la luz.

En nariz, sin movimiente, salen sobre todo aromas de bayas de saúco y de arándanos.
En nariz, en movimiente, de desarolla muy bien, desplegando una riqueza de frutas negras, muy complejo.

En boca, a pesar del dulzor pre-eminente, guarda su frescura tanto por una acidez (y tanino) muy presente, como por la acción de las frutas del bosque de carácter fresco hasta ácido.

El postgusto queda totalmente en esa linea y perdura una infinidad.
Enhorabuena al enólogo Pedro Sarrión.

En bodega se vende sobre 5,5 € (botella de 50 cl).

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