Vino número 1 del IV Desafío Verema

Visual, rojo picota, con reflejos atejados (anaranjados), ribete degradado, capa media-alta, no excesivamente brillante, de lágrima densa y abundante.

En nariz, a copa parada, hay aromas de media intensidad, con un fondo de cerezas rojas y tonos de madera (vainilla), con poca presencia alcohólica. Tras la agitación de la copa, el vino se abre con presteza y derrocha fruta madura, fundamentalmente roja, pero también negra. Balsámicos, herbáceos de retama. Notas de especias: pimienta de Jamaica muy sutil. Hay algunas notas ligeras de barnices, que no son para nada molestas y que desaparecen a medida que el vino se oxigena. Ligeros minerales ferruginosos. En evolución, aparece con timidez el chocolate amargo, y tostados medios que no llegan a cafetales, algo de canela y un ligero fondo de aceituna negra.

En boca, el ataque es de buena intensidad, con taninos muy jugosos y carnosos, un poco astringentes aún. Tiene frescura y una acidez muy correcta. Paso ligero y con cuerpo medio. Hay un fondo final especiado muy placentero, con notas de regaliz tras el paso por boca, ligeramente amargoso. Longitud media. Amplio.

Vino frutal, con buenas y finas maderas en su crianza, de corte cálido y mediterráneo.