Botella llamativa de 37.5 cl, muy bien presentada.
Visual: brillante dorado, con reflejos amarillo-verdosos dentro del propio oro, precioso.
Nariz: sorprendente dulzura, acompañada de una acidez alimonada. Miel, bastante miel. Recuerdos de flores blancas. Con la temperatura me da un toque terpénico, y notas de tabaco. Un vinazo en nariz
Boca: Un vino que empiezas a tomarte a 10º de temperatura y cuando te lo metes en la boca parecen 14, pero cuando está a 18º reales, también parece que está a 14º. La dulzura de la nariz aparece con una acidez increiblemente compensada, una maravilla. Denso, de trago largo, puede tranquilamente con unas puntas de solomillo. Mieles ácidas completan el trago, una gozada.
Limpia, brilla y da esplendor.

Nuevamente he tenido la oportunidad de catar y esta vez degustar este magistral ice wine. Destaco la pausa de quién lo cata por primera vez, que antes de hablar, secunda otro sorbo, para intentar explicar el impacto en boca que produce. Simplemente es distinto a casi todo lo que se ha probado, unas sensaciones plenas en mayúsculas. Seguro que a más de uno correspondería las sensaciones producidas con la descripción de su vino ideal.<(b>

A destacar de manera singular, la frescura cítrica en boca, con notas de lima, naranja, que eleva las sensaciones dulces a otro nivel.

Una auténtica gozada.

La puesta en escena, puedo considerarla de magestuosa, una visual repleta de notas doradas y reflejos de amarillo limón, reflectacte por la intensidad de su brillo, luminoso y de enorme limpidez.
La Nariz no solo no difiere de su puesta en escena, sino que continua creciendo el nivel, soberbia su complejidad, su limpieza de aromas, que nos permite desgranar rápidamente la fase olfativa, dominado por sensaciones melosas y dulces que son sabiamente refrescadas por intensas notas cítricas de limoncello. Bien conjuntado con aportes olfativos propios de estos vinos tabaco, especias -pimienta- y sobre todo una maravilla en forma mineral que le confiere grandeza.
En boca expresa un altísimo nivel, mostrando un ataque dulce, con garra, estructurado y enorme cuerpo que desemboca en una paso denso, repleto de fruta, con excelente frescura, reafirmando en gran medida el mayor secreto de estos vinos -equilibrio azucar acidez-, sostenido en su final con un postgusto que prolonga el paso de boca y su carácter.

A destacar... todo, un icewine enorme en nariz y magistral en boca, un vino para llorar. Una auténtica joya. Excelente RCP.