Un señor vino.

Color ligeramente dorado por su crianza en foudres de roble de Normandía. Glicérico. En nariz muy limpia la fruta tropical junto con cítricos. Aterciopelado y untoso en boca con un gran retrogusto alcanzando los 2 minutos y resaltando su mineralidad. La madera apenas se percibe, solo en el color. Un vino para disfrutar y al que el pasar de los meses le hace estar mejor.

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