Buena nariz, no tan buena boca..

Me he quedado perplejo con este vino. Todos y cada uno de los aromas que he encontrado son más propios de un vino blanco.. pero eso hace que me sorprenda gratamente.

En nariz buena intensidad, muchas flores blancas. Tono relativamente amielado y algo de litchi.
En boca me decepcionó. Aunque el vino me pareció fácil de beber, los defectos de equilibrio me estropearon la experiencia. Una pena ese toque amargo, para mí, procedente de los taninos que no han estado suficientemente equilibrados por el grado alcohólico. Las flores se pierden y sólo me quedó esa sensación amargosa.

De todas formas vuelvo a repetir que es un vino que me ha sorprendido. No pasa desapercibido su aroma, pero creo que hubiera estado muy bien para mezclar con otras variedades.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar