Grata sorpresa

Hay veces en que el cuerpo te pide una vuelta a las referencias indiscutibles de tu imaginario del placer...sabes que no te fallan, que entre tus personales "gold standard" siempre apuestas sobre seguro... Ayer por la tarde, pensando en unos lomitos de salmón que tenía en la nevera esperando una vuelta y vuelta en la plancha, se me ocurrió regresar al mundo Torelló, que tenía olvidado desde hace algunas semanas. La opción sería el Gran Reserva Brut Nature, como tantas veces. No me apetecía innovar. Generalmente me decanto por la añada en curso, salvo dos o tres excepciones con constatada mejoría tras permanencia en botella... En la tienda solamente tenían 2003...me lo pensé un poco..."fecha de degüelle 2007...casi tres años en botella...no sé..." Bueno, que al final me lo llevé. Estaba preparado para una vejez bien llevada, un declive digno o un aplanamiento expresivo con el consuelo de "donde hubo siempre queda..." Nada de eso. Los lomos de salmón saltaban en el plato de la alegría ante el inminente maridaje. El color oro viejo, la densidad glicérica totalmente impropia de un cava de su rango y una paleta aromática de inusual intensidad y diversidad me llevaron a la conclusión de que un almacenamiento en óptimas condiciones y una excelente materia prima acompañada de exquisita elaboración pueden crear pequeños monstruos como este. Carbónico escaso, gran vinosidad, burbuja fina, cremoso cremosooo!!! en boca. Naríz de compota de manzana, pastelería, cabello de ángel, todo perfectamente conjuntado en un nítido bouquet. El lunes volveré a por más. Perdón por el rollo, pero tenía que soltarlo.