Color amarillo dorado de bastante intensidad.

Es dificil definir este vino en el momento en el que se encuentra, logicamente esta bastante evolucionado pero todavia muy disfrutable, decantado con mas de cuatro horas de antelacion a la cata todovia mostraba aromas de reduccion que no eran molestos, muchas notas tostadas y de frutos secos (nueces, avellanas), toques de mineralidad y en el fondo la fruta muy escondida y con poco protagonismo, fruta de hueso (melocoton), algun herbaceo y notas de flores muy pasadas.

En boca tiene cuerpo, es amplio, serio, al igual que en nariz destacan las notas tostadas que lo hacen amargoso, la acidez quizas esta en declive, pero tiene merito que todavia se pueda disfrutar un vino blanco del pais de esta añada, el final es muy largo con recuerdos minerales y tostados.

Vista: Amarillo dorado bastante intenso y brillante.
Nariz: Amplio abanico de aromas de media intensidad. Frutas blancas y pińa, notas citricas, las notas de la barrica son delicadas y muy equilibradas, vainilla, crema catalana, canela, tostados, panaderia, mantequilla... Tambien hay notas vegetales y herbaceas junto con almendra amarga.
Boca: equilibrado, delicado, seco, con buen volumen, excelente acidez y frescor, fino amargor, amplia trama, buena persistencia.

Amarillo pajizo limpio.
Nariz de intensidad media con aromas frutales, piña, albaricoque, abriendose a un final algo especiado con notas de pimiento. En boca es carnoso, algo alcoholico, final corto.

Vista: Amarillo dorado de buena intensidad, muy glicérico, limpio y brillante.
Nariz: De media intensidad y gran cantidad de registros aromáticos que van ganando en cantidad según el vino se aireaba en la copa y subía un poco su temperatura. Es franco, expresivo y de notable profundidad. La fruta y la madera armonizan perfectamente y aparecen aromas a membrillo, albaricoque junto con toques de vainilla, clavo, hinojo, algo balsámico y hasta una pizca mineral.
Boca: Estupenda entrada, amplio, untuoso, equilibrado, con unas notas tostadas y amargosas que le aportan complejidad, acidez bien ajustada y un final largo.

Un vino que nos ha gustado, de esos blancos con crianza en los que la madera tiene su protagonismo justo; interesante, sabroso y muy equilibrado.

Visual Amarillo dorado, luminoso, límpido y brillante.
Nariz Aromas sutiles, frescos que muestran una enorme complejidad en esencias delicadas como si de porcelana se tratase, de inicio el paso lento nos muestra a buen ritmo unas notas frutales de piña, piel de melocotón, refrescado por notas cítricas y vegetales de hierba fresca. La crianza se muestra en enorme equilibrio con ricas notas tostadas y ahumadas con predominio de la vainilla adornadas con notas de lías, aportando sensaciones de fina mantequilla.
Boca Sabroso, cremoso y fresco, de buena acidez, pura seda en el paso de boca con recuerdos frutales y cremosos, final suave y largo con postgusto muy equilibrado y complejo.

A destacar… un Refinado, elegante, un vino que desfile en una pasarela, un vino de preta-porter, donde lo expresa todo en dosis tan equilibradas que lo convierte en pura seda. Si lo que buscan es un vino agresivo ¡ este no es su vino ¡, pero si desean un vino tranquilo que invita a la pausa y sosiego para interpretar la enorme melodía de aromas y sabores, sin duda será su vino.

Amarillo brillante con destellos dorados. Nariz de buena intensidad, bien definida y con bastante profundidad en la que destacan en primer plano las mantequillas, las notas de maderas final e incluso algún toque especiado (pimienta blanca), la fruta aparece en un segundo plano, con notas de piña madura y manzana verde y algún recuerdo herbáceo, para terminar con un fondo ligeramente mineral. En boca tiene un ataque de buena intensidad, cierta untuosidad, muy buena acidez y notable longitud. Un paso atractivo y no exento de complejidad. Un vino muy serio que surge de la mano del enólogo Joan Milà.