Señores, vaya vinazo y vaya evolución

3 ańos más tarde disfrutamos de otra botella bien conservada. La evolución constatada ha sido fantástica. El vino ha mejorado su fenomenal versión anterior. Hace honor a aquellos 96 puntazos que le otorgó Parker y en ningún caso justificó hace 3 años ni justifica ahora los raquíticos 89 de Peñin. Ha arribado a un estadio en el que todas las sensaciones son parte de un disfrute delirante. Acidez que barre carrillos con sedosidad y elegancia, profundidad de fruta madura de calidad, cuerpo, volumen, recorrido amplio y final prolongado. Destaco siempre en este vino su carácter aterciopelado y su goloso paladar bien contrarrestado con acidez y amargor justos. Deleite para los sentidos. Pasen y vean...

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar