Vista: Cereza casi picota de ribete rubí algo evolucionado, capa media-alta y glicérico.
Nariz: De media intensidad, franco y complejo. Los primeros aromas nos recuerdan la crianza con toques ahumados, tostados, especiados y de bosque umbrío. Con la evolución aparecen notas más golosas de cacao y una fruta negra bien madura.
Boca: Buena entrada, amplio, fluído, cálido, tostado, serio y seco. Taninos bien pulidos, importante acidez, quizá demasiado protagonista, y final de persistencia media.
Un tempranillo con una crianza de 13 meses en roble que tiene un talante moderno.

En copa presentó color cereza picota de capa media con borde suavizado por crianza. Así como lágrima media.
En nariz presenta de forma principal notas a pimiento, cueros, ahumados (principalmente), madera ensamblada y tostados.
En boca los taninos son algo secantes, nos muestra sus 14%, fruta roja, de nuevo los tostados y los ahumados.
En fin un Rioja distinto, más corpulento de lo habitual, en una cata ciega hubiera apostado por ser un vino más de tempranillo de Castilla-La Mancha que de Rioja.