Difícil describir un vino de estas características, donde la complejidad

Difícil describir un vino de estas características, donde la complejidad en nariz hace necesario parar el tiempo e ir desgranando los aromas que se abrazan en esta sinfonía con calma. Destacar una finura loable en nariz con flores por doquier y frutas almibaradas, envuelto en seda y con la frescura típica de un icewine. En boca entra tímido para poco a poco distribuirse por toda cavidad con la elegancia de un pétalo de rosa, dejando delicadas sensaciones cítricas y melosas, arropadas con una acidez perfecta.

Lástima los 88 euros que vale este diamante de 37,5 cl. Sin duda, una joya.

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