El baile de la Geisha...

Comentario

Al catar vinos como este Marqués de Vargas, uno piensa lo grande que es la Rioja Clásica y lo bien que se han adaptado algunas de sus bodegas ejemplarizadas por este vino. Un vino con toda la esencia de la Rioja más profundo, donde desde su salida al mercado nos muestra un tinto aunque cerrado en nariz, bien evolucionado e integrado en boca, alejado de tablones donde largos años nos ofreceran amabilidad, esto unido a una buena perspectiva de credimiento. Me ha encantado. Un vino exclusivo, procedente de uvas cultivadas en los pagos "El Consul","La Misela" y “Terrazas”, seleccionado para su crianza en 267 barricas nuevas de roble ruso y posterior envejecimiento de 74.000 botellas de 750 ml y 3.000 botellas Magnum de 1500 ml.

Cata

Este reserva privada se muestra como una Geisha, culto, sensual y muy elegante, demostrando clase con una nariz repleta de complejidad, donde una decantación generosa, le aporta aire para respirar y mostrar un halo floral que nos muestra las tres fases de crecimiento de un fruto, en primera instancia la floración, para luego aparecer notas vegetales y especiadas y culminar con la fruta madura. Todo rodeado de mineralidad, sensación terrosa y de sotobosque que nos adelantan unas ricas notas de cuero y cafetales. En boca representa la elagancia con intensidad y sobre todo volumen, con un paso fresco que reproduce la sensaciones especiadas piantes y de tinta china, taninos maduros y sabrosos, bien pulidos con excelente acidez y muy buen final. Todo un prodigio que deberá crecer aún más.