Despues de haberlo catado en primicia antes de salir al mercado, allá por

Despues de haberlo catado en primicia antes de salir al mercado, allá por el mes de noviembre del 2005, y haberlo descalificado por encontrarse en una fase muy verde y duro, vuelvo a probar este vino que me ilusionó en su momento.
Profundo color rojo picota madura, muy cubierto, muy oscuro. Con un matiz glicérico importante en la pared de la copa, predisponiendo buena estructura, lágrima densa, lenta y constante. En nariz a copa parada sobresalen atisbos de frutillos del bosque acompotados, suaves matices minerales y balsámicos. Al agitar la copa, se manifiestan los aromas empireumáticos, pizarras, tinta china, muy mineral y de extracto seco, muy balsámico. Fondo de fruta negra muy madura, como un yogurt de moras o arándanos. Evoluciona hacia aromas propios de la barrica con un tostado marcado pero no agresivo, muy elegante. En boca el ataque es potente pero a su vez equilibrado, voluptuoso y glicérico para dejar paso a unas caudalías de persistencia sobresalientes. Un gran vino de Toro, que evoluciona muy bien en botella y lo mejor no cuesta más de 15 €. IMPRESIONANTE. (He tenido la oportunidad de probar el 2005 en rama y promete aún más)

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